Si percibes que podrías enfrentarte a un despido, es fundamental que te prepares con anticipación para proteger tus derechos. Aquí te compartimos un paso a paso en tres etapas clave para abordar la situación y tomar decisiones informadas en cada fase.
1) Antes del despido:
Es recomendable reunir y organizar toda la documentación laboral que pueda respaldar la existencia de una relación de trabajo con tu patrón y sus peculiaridades. Asegúrate de conservar:
- Contrato(s) de trabajo, recibos de pago, estados de cuenta que reflejen los depósitos de tu salario y tu alta ante el IMSS (constancia de semanas cotizadas).
Si tu trabajo es informal y no cuentas con documentos, recopila cualquier evidencia que pueda servir como prueba de tu relación laboral:
- Gafetes de identificación, constancias de cursos, uniformes, listas de asistencia, o incluso correos electrónicos, mensajes y grabaciones que evidencien las funciones que realizabas y las instrucciones que recibías de tu patrón.
Consulta con un abogado laboral para obtener más herramientas preventivas que se adecúen a tu caso particular, te informe tus derechos, el cálculo de tu posible liquidación y otros aspectos legales importantes.
2) Durante el despido:
En el momento en que se formalice el despido, es crucial tener en cuenta lo siguiente:
- No firmes ningún documento que te presenten en ese momento, especialmente si sientes que estás siendo engañado, presionado, intimidado o amenazado. Algunos ejemplos de documentos que no debes firmar sin asesoría legal previa incluyen: Renuncia “voluntaria”, finiquito, convenio, acta administrativa, amonestación, “plan de acción”, aviso de despido, hoja en blanco o con espacios vacíos, pagaré, etc.
Firmar cualquiera de estos documentos afecta tus derechos y reduce las posibilidades de obtener un beneficio económico en un procedimiento legal posterior.
- Si puedes, toma fotos de los documentos que te presenten para tener un respaldo.
- Retírate del lugar de manera inmediata y respetuosa. Tu proceso de baja ya se ha ejecutado y no tienes obligación de permanecer allí en contra de tu voluntad.
3) Después del despido:
Es momento de consultar con un profesional para analizar tus opciones y determinar los pasos a seguir.
Recuerda que, aunque el trabajador no tiene la obligación de presentar pruebas del despido ante las autoridades, contar con la documentación especificada puede incrementar tus probabilidades de éxito en una negociación o en la resolución de un proceso legal, facilitando así un mejor acuerdo conciliatorio a tu favor.